Extracto del reportaje en el ABC ‘El sector primario se saca lustre’ donde se menciona a nuestra Empresa:
Antonio Castro | Presidente de Granilouro
«Nos anticipamos a la crisis y acertamos saliendo al exterior»
Antonio Castro lleva el emprendimiento en los genes. Se define como un «luchador nato»y pese a haber logrado posicionar a su empresa como líder del sector de la extracción, importación, transformación, colocación y comercialización de todo tipo de piedra natural a nivel nacional, su reto ahora es lograr escalar posiciones en Europa, donde ya son una referencia en Alemania. Su éxito lo equipara a los demás «graniteros» de la zona, los que con su «talento» han sabido sacar provecho de su propia fortaleza. Y es que el Valle del Louro (Pontevedra) es una zona granítica de reconocimiento mundial. De sus canteras salen al año más de 600.000 toneladas.
«Somos un sector muy potente, me atrevería a decir que el tercero en peso tras la automoción y el textil y las oportunidades de futuro que tenemos ante nosotros son incalculables. Ningún país de la UE tiene las minas ni la producción de granito y pizarra que tenemos en Galicia», señala en su conversación con ABC. No menos presume de sus propios éxitos. Y es que Granilouro ha tenido el privilegio de trabajar en obras de arquitectos tan prestigiosos como Rafael Moneo, Álvaro Siza Vieira, Juan Miguel Hernández de León o Luis Collarte, entre otros muchos. Las jardineras, bancos y bordillo de la plaza del Ayuntamiento de Hannover (Alemania) llevan su firma. También los peldaños de la iglesia de Saint Bernard en Estrasburgo (Francia). Ya en España, el revestimiento de la fachada del Parador Nacional de Cádiz y del Teatro Auditorio de San Lorenzo del Escorial, entre otros muchos. Castro no quiere referirse a ninguno en concreto, pero sí afirma con contundencia que «no hay otra empresa que haya hecho proyectos tan singulares como los nuestros».
Quien afirma que «el director de música no es nadie sin sus músicos» y lanza un mensaje de reconocimiento a sus empleados, recuerda cómo fueron sus inicios en 1988 cuando era uno más «barriendo con la escoba». Aquellas ocho personas que empezaron en esta empresa familiar son hoy 45, pero matiza que «si no fuera por los avances tecnológicos, tendríamos que ser 150 para llegar al nivel de producción que tenemos».
Precisamente en la apuesta por la innovación está la clave de su éxito. En la última década la inversión en tecnología de Granilouro, que factura 16 millones anuales, supera los 6 millones de euros. La otra clave, apunta, es que «supimos anticiparnos a la crisis y acertamos saliendo al exterior». Hoy el mercado europeo, donde cuenta con una amplia presencia, supone el 95 por ciento de sus ingresos.
