La Calzada Portuguesa es un tipo de revestimiento de suelo utilizado en países de habla portuguesa.
Esta técnica de colocación de pavimento originaria de Portugal, utiliza adoquines irregulares de pequeño tamaño usualmente en caliza y basalto, generalmente blanco y negro, aunque en ocasiones se ven colores como el verde o el azul, el marrón o el rojo, con los que se hacen motivos decorativos (que se repiten) utilizando plantillas.
España, como país vecino de Portugal, ha reproducido esta técnica en algunas de sus calles. En Madrid, Granilouro ha colocado en la Avenida de Portugal, adoquín, como no podía ser de otro modo, con calzada portuguesa de motivos florales. Esta avenida tiene continuidad en los márgenes del Río Manzanares, donde a pesar de no añadir adornos y por lo tanto no ser calzada portuguesa, mantiene el adoquín rústico.
Si para Madrid se escogieron motivos florales, en Torremolinos los motivos seleccionados son los marinos. En negro sobre blanco, se repiten adornos como anclas, ondas…