Granilouro conquista el mundo con presencia en cuatro continentes… y subiendo

Hace ya muchos años que los responsables de Granilouro fueron conscientes de que su trabajo no podía quedarse únicamente reducido, primero, al ámbito gallego y, justo después, al entorno español. Quizá, incluso, en la propia fundación de la empresa. Pero ni siquiera aquellos primeros emprendedores visionarios imaginarían nunca la expansión internacional que Granilouro protagoniza desde hace décadas y que amenaza con no detenerse nunca. 

Aunque la mayor parte, hasta un 70 por ciento, de la facturación continúa estando capitalizada por los trabajos que la compañía emprende en España, Francia, Portugal y Alemania, cada año esa cifra disminuye por el imparable empuje de toda la producción destinada a cada vez más de países de cuatro de los cinco continentes. Y siempre con una apuesta firme y decidida por una estrategia marcada por la diversificación de su base de clientes y la reducción de la dependencia de un único mercado.

Remodelación de la Plaza de España

Tranvía de Odense en Dinamarca

Anfiteatro de Isny en Alemania

La lista de países en los que Granilouro ha dejado su huella es extensísima y lo mejor es que prácticamente cada mes se amplía con un nuevo destino. En ello influye decisivamente la activa presencia de la empresa en las ferias y exposiciones internacionales más prestigiosas. El objetivo no es otro que conocer las nuevas tendencias del mercado, incrementar la visibilidad y, especialmente, establecer contactos estratégicos y alianzas comerciales que den lugar posteriormente a la firma de contratos.

Piedra gallega tratada en Salceda se pisa diariamente en las calles de Neuilly, a dos pasos de París, y también en las ciudades alemanas de Hannover o Frankfurt; los habitantes de la danesa de Odense utilizan un tranvía cuyos bordillos y piezas pododáctiles proceden de un lugar a miles de kilómetros al Sur y, por poner solo algunos ejemplos, en el metro de Quito, en aquella ocasión de la mano de Acciona, los suelos, los bordillos de andén, las escaleras y las piezas especiales son también obra de Granilouro. 

La expansión internacional de la compañía gallega se centra muy especialmente en Europa, con trabajos en Portugal, Francia, Alemania, Reino Unido, Irlanda, Austria, República Checa, Países Bajos, Suiza, Bélgica, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Hungría, Eslovaquia, Rumanía y Polonia, pero también ha dejado su huella en África, con Argelia, Marruecos o Costa de Marfil como máximos exponentes. Además, la compañía también está presente en Canadá, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador y Puerto Rico y el cupo asiático lo tiene cubierto, solo por ahora, con Japón. 

En resumen, un auténtico mapamundi comercial que solo se ha podido construir gracias a la implantación de una red logística muy robusta, basada en la gestión eficiente de sus cadenas de suministro y la optimización de los procesos de envío para minimizar los costos y los tiempos de entrega. Del mismo modo, también ha sido absolutamente imprescindible la capacidad para adaptarse a las regulaciones locales y, a través de estrategias de marketing y ventas prácticamente personalizadas, a las diferencias culturales de los mercados en los que Granilouro opera. 

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